Ayer España se paralizó. No existió nada mas que eso. Fue igual que estuviésemos en jornada de reflexión de unas elecciones, que todo sea dicho, me importa un pimiento quien las gane porque, desde siempre, pero en los últimos tiempos aun mas, me parecen todos una panda de ladrones, los de un lado, los del otro y los de mas allá. En fin, a lo que iba, que ayer, no ocurrió nada mas importante en el mundo que el partidito de marras (si hay algún alienigena que esté leyendo este post y no sepa a que me refiero, remítase por favor a cualquier periódico y ya sabrá de lo que estamos hablando, gracias). Los telediarios dejaron a un lado cualquier otra noticia y se centraron en el fútbol. A mediodía mientras veía el parte (como así lo llamaba mi abuela), cambie varias veces de canal y, en tres de ellos, salieron los mismos aficionados cantando, bailando y poniéndole bufandas a las estatuas lisboetas. Especiales a partir de las seis en todas partes, pantallas gigantes en las plazas de todas las ciudades, hasta los meteorólogos se centraron en pronosticar el tiempo a la hora del partido . . . flipo . . . Y a l@s que no nos gusta el fútbol, que??? . . . No no nos quedó otra que comernos con patatas el dichoso derbi de los cojones . . . Porque las alternativas eran documentales sobre insectos o programas de reencuentros morbosos . . . A medida que fue pasando la tarde el ambiente se iba caldeando por todas partes, todos los bares llenos, las calles desiertas, silencio absoluto, hasta que se cantó un gol . . . éxtasis para unos, desolación para otros e indiferencia para los raros, los que pasamos de ver a veinte tíos multimillonarios corriendo detrás de un balón . . . Cuando unos se creían vencedores y otros derrotados, sucedió el milagro (para los derrotados claro), cuando ya se creía todo perdido para unos y ganado para otros, en cuestión de minutos se dio la vuelta al marcador y otra vez a aplicarse el dicho de: "El fútbol es así" . . . yo lo continuaría diciendo: "Un coñazo soberano" . . . Aun así he de reconocer que me gusta el momento de entrega de trofeos, siempre me solidarizo con el perdedor, con la cabeza hundida en el césped, llorando desconsoladamente como si un familiar cercano acabase de fallecer, y me mimetizo con el ganador, me emociono cuando levantan la copa, me encanta lo de los papeluchos de colores y se me escapa una sonrisa cuando, con la yugular a punto de estallar, gritan sin cesar: "Campeones, campeones, oeh, oeh, oeho" . . . Pues nada, desde aquí mas sincera enhorabuena a los merengues ( y un consejito: "Un poquito de humildad por favor", que cuando estaba ya todo el bacalao vendido, Cristiano celebró su gol como si de salvar su vida se tratara, solo le falto bailar la conga delante del banquillo del equipo rival) , que conozco unos cuantos, y mi mas sincero pésame a los colchoneros (la tuvisteis en la mano pero no pudo ser), que también los tengo cercanos . . . En fin, que para la próxima cita deportiva que tengáis, os recomiendo este riquísimo aperitivo que le he robado a Mara, del fantástico blog "Mas dulce que salado", y que seguro que os va a encantar igual que a mi, tanto que, junto con un zumo de naranja, ha sido mi desayuno de hoy!!!!
Ajoblanco
Ingredientes:
- Un diente de ajo
- 2 medidas de aceite de girasol
- 1 medida de leche entera
- 1 rebanada de pan
- Vinagre
- 1 pizca de sal
- 20 almendras crudas
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