express: higos doñigales

Una de mis frutas favoritas son los higos, la lástima es que los hay muy pocos dias en el año. Me encanta ir a mi aldea, ponerme debajo de la higuera y no parar de comer este goloso fruto. Pues ayer me llegó un estupendo paquetito de "Higos Doñigales" (higos pata negra) . . . si, si, higos pata ngra.

"Higos Doñigales"

Los higos Doñigales pata negra es un producto 100% natural que tras un proceso de deshidratación al sol, selección y adecuación, se somete a un lento proceso de curacion  en bodega obteniendo un producto gran reserva unico en el mercado, sorprendentemente tierno y de extraordinario sabor.

"Higos Doñigales"

Al tratarse de un producto 100% natural los higos Doñigales pata negra no tienen ningun tipo de aditivo ni conservantes. Tienen un alto contenido en nutrientes y son altamente energeticos y tonificantes. En breve haré alguna receta con este magnifico paquete que me han enviado.

"Higos Doñigales"

Muchisimas gracias a "Higos Doñigales" por haberme mandado este fantastico producto.

volando vengo (mozarella en carrozza)

continuación de "volando voy"

Después de estar durante dos horas y media recordando canciones que teníamos olvidadas, tarareando melodías que nos trasladaban veinte años atrás y no parar de reír, llegamos al final del tan ansiado musical, poniéndonos en pie y botando sin parar al son de "sufre mamón" . . . A continuación proseguimos con la carrera, no os vayáis a pensar que nos fuimos a relajar . . . salimos corriendo del teatro porque teníamos reserva para cenar en un restaurante cercano; había que estar allí a las nueve (eran las nueve y cinco) porque a las once te echaban de la mesa para que entrasen los siguientes (que organizaditos estos madrileños, verdad?, aquí en Pontevedra puedes estar sentado en una terraza tomándote un café cinco horas que nadie te dice nada . . . claro, eso si, después cierra todo y nos asombramos) . . . cenamos divinamente en un sitio estupendo; entre otras cosas, una deliciosa ensalada de manzana que estaba para rebañar el plato (cuando vi la cuenta entendí por qué estaba tan rica: 30 euros un cuenquito de lechuga y manzana, nada mas y nada menos) . . . a las once en punto, un simpático y amable camarero nos trajo la cuenta y nos vino a decir (muy correctamente eso si) que levantásemos el culo para dejarle la mesa a  los siguientes, y nos fuimos . . . a unos metros de allí encontramos una cockteleria tranquila donde pudimos tomar algo y charlar un rato mientras nos preparaban unos mojitos . . . he de decir que estaban muy buenos, no tanto como los que yo preparo claro está (modestia a parte), pero muy ricos si (otro sablazo, pero pagado con gusto duele menos) . . . nos encontrábamos muy cerca de chueca y estuvimos tentadas a pasarnos por algún local a tomarnos una copa, pero, aunque nuestra mente decía que para una vez que estábamos en Madrid deberíamos quedarnos un rato mas, nuestro cuerpo agotado nos pidió a todas y cada una de nosotras que lo llevásemos a una cama a descansar, así que, derrotadas, nos volvimos al hotel, que al día siguiente nos esperaba el sprint final. Después de dormir sorprendentemente bien, llegó el domingo, igual de lluvioso que el sábado (también es mala suerte que en Madrid nunca llueva y que vayamos unas gallegas a pasar el fin de semana y que no pare) . . . desayunamos unas mega tostadas estupendas y nos volvimos a meter bajo tierra como el día anterior para ir al aeropuerto . . . otra vez metro para aquí, metro para allá, pero esta vez sin tanta caminata, llegamos a barajas. Buscamos la puerta de embarque y a una de mis acompañantes (usare un nombre falso para no sacarla del anonimato), Olga, le empezaron a sudar las manos como el día anterior . . . esta vez lo llevó peor, casi se marea y todo, estaba mas nerviosa porque solo le faltaba una hora para poner los pies en la tierra y (según ella) pasar el peligro (cosa que me alucina un poco, porque luego en le coche va como en el sillón de casa sin darse cuenta de que es infinitamente peor que el avión) . . . después de un divertido vuelo, con un azafato que no hacía mas que gastar bromas sobre la linea low cost en la que íbamos montados, aterrizamos en Santiago. Cogimos el coche y volvimos a casa dejando atrás un fin de semana de locura total, corriendo de aquí para allá, pero que, sin duda, encantada, volvería a repetir . . . Pues aquí acaba mi agotador fin de semana express en la capital homenajeando a "Hombres G";ya me hubiese gustado que después de estar veinticuatro horas corriendo de un lado para otro, al llegar a casa me estuviesen esperando estas estupendas "Carrozzas" que le he robado a  Rossgastronomica . . .  recodáis????, aquí os explique que ahora me dedico a mangar recetas una vez al mes . . . espero que os guste (a mi me han encantado) y que Rossgastronomica esté orgullosa de mi (un besazo, ha sido un placer colarme en tu cocina).

http://rossgastronomica.blogspot.com.es/

Mozarella en carrozza

Ingredientes:

• 8 rebanadas de pan de molde
• 4 trozos de queso mozzarella
• 8 rodajas de berenjena
• 4 lonchas de jamón ibérico
• 2 huevos batidos
• 4 cucharadas de leche
• sal
• aceite de oliva
• 2 tomates
• albahaca

Pasar levemente las rodajas de berenjena por harina y freír a fuego suave, poner a escurrir en papel de cocina y reservar.Recortar la corteza del pan de molde y disponer de la siguiente forma: rebanada, trozo de mozzarella, dos rodajas de berenjena, loncha de jamón ibérico y rebanada. En un bol batir los huevos con la leche, añadirle una pizca de sal y albahaca al gusto. Pasamos las carrozzas por la mezcla dejando que se empape bien el pan y las hacemos en la plancha a fuego fuerte. Acompañamos el plato con un tomate rociado de aceite de oliva, sal y albahaca.

mozzarella en carrozza

volando voy (salmón ahumado con salsa de ajo)

Me levanto a las 5:30 de la mañana. Me aseo y me visto en quince minutos, cuando me dispongo a desayunar me llega un mensaje :"Estamos abajo". Dejo el desayuno, cojo una mandarina, mi maleta y llamo al ascensor. Me meto en el coche. Cogemos la autopista y paramos en la primera área de servicio que encontramos. Echamos gasolina y seguimos nuestro camino. Al llegar al aeropuerto a mis acompañantes les empieza a entrar un poco de pánico (no les gusta nada volar), ven rayos de tormenta donde no los hay, forman pequeños atascos e, incluso, recorremos unos metros de carretera marcha atrás. Montamos en el avión. Una cierra los ojos y le empiezan a sudar las manos, otra pone cara de pocos amigos y hasta se pone un poquito agresiva cuando le hago alguna bromita macabra (jijijijssjsjjsjs!!!!), y yo pego mi nariz a la ventana para ver un impresionante paisaje desde el aire. El viaje dura apenas una hora. Ya estamos en Madrid. Después de unos veinte minutos dando vueltas como peonzas por fin encontramos la parada de metro, y, cargadas con nuestras maletas, nos dispusimos a meternos bajo tierra para llegar al centro de la ciudad. Tras pasarnos una hora subiendo y bajando escaleras, cogiendo trenes y cambiando de lineas, por fin oímos por megafonía: "Próxima parada: Sol" . . . Aleluya . . . llegamos por fin . . . Cuando una está acostumbrada a llegar a todas partes en diez minutos y andando,  es difícil creer que se pueda pasar una hora en el metro para poder llegar al centro de la ciudad . . . Salimos a la superficie por fin, vemos el reloj de las campanadas (por cierto, en ese edificio nació mi abuelo), el oso y el madroño, y el árbol luminoso del anuncio de la lotería, muy bonito todo, pero después de estar una hora de arriba para abajo lo único que nos apetece es sentarnos en una terraza a tomar algo y respirar un poco de aire. Cuando acabamos el tentempié (primer sablazo del día, Madrid es carísimo, por lo menos para mi bolsillo) nos vamos al hotel (muy entrecomillado eso de hotel) para unirnos con el resto de la expedición que había adelantado el viaje un día.  Pasamos por la calle Carretas, con el viejo cine al fondo, y no puedo evitar tararear una canción del gran maestro Sabina que hace alusión a esos lugares.Nos instalamos, dejamos las maletas (por fin) y nos vamos a buscar un sitio para comer. Habrá mucha crisis y todo lo que queráis pero los locales estaban a tope, tres intentos tuvimos que hacer para encontrar un lugar para comer . . . después de unas tapas y unas cañas volvimos al hotel, se nos estaba echando el tiempo encima, nos cambiamos, nos acicalamos y de vuelta a la calle. En media hora empezaba el musical . . . No . . . No fuimos a ver "El rey león" . . . Llegamos al teatro, a tope de gente, todo el mundo haciéndose fotos en el cartel . . . Vamos!!!!! . . . se apagan las luces, se sube el telón y,tras un breve dialogo, empiezan a cantar la primera canción: "Voy a pasármelo bien" . . . Si, querid@s amig@s, como no podía ser de otra manera, me fui a Madrid a ver el musical de "Hombres G" (ya lo se, friki total, pero me encanta!!!) . . . Por hoy lo dejamos aquí, otro día os cuento la vuelta, que si no os vais a quedar dormid@s con este cuaderno de bitácora de mi fin de semana express en la capital; mientras tanto podéis ir preparando este aperitivo, rapidito y resultón que a mi, particularmente, me encanta. (Sigue)

Salmón ahumado con salsa de ajo

Ingredientes:

• 100 gr de salmón ahumado
• 3 dientes de ajo (si sois valientes podéis echarle cuatro)
• dos cucharadas de albahaca
• aceite de oliva virgen extra
• sal
• una cucharada de cilantro

En un mortero echamos los dientes de ajo bien picados, la albahaca, el cilantro, una pizca de sal y un buen chorro generoso de aceite de oliva virgen extra. Machamamos bien hasta que todos los ingredientes estén bien integrados. Metemos el salmón en una bolsa de plástico, si tenéis de esas de congelar que tienen un cierre zip pues mejor, si no una bolsa normal nos vale igual, le añadimos la salsa y cerramos. Como me imagino que no tendréis en casa ninguna maquina de envasar la vacío, que sería lo ideal, cerramos la bolsa lo mas apretada posible intentando que no quede mucho aire dentro. La metemos en la nevera y la dejamos, como mínimo, media hora. Transcurrido ese tiempo la abrimos, ponemos el salmón en un plato y lo acompañamos de una copa de vino blanco bien frío.

salmón ahumado con salsa de ajo

magosto (castañas con anís)

esta entrada participa en "Blogger Traveller"

lago de castiñeiras

Estamos en otoño, esta particular estación que sirve de transición entre el cálido verano y el crudo invierno. Las hojas dejan a los árboles desnudos para formar mullidos colchones en los caminos.

Hace frío. Los montes abandonan su color verde para volverse marrones y amarillos. Los erizos de los castaños se caen de sus ramas y se abren, desde donde timidamente se asoma el fruto otoñal por excelencia: la castaña.

lago de castiñeiras

 En Galicia estamos en tiempo de magostos, una fiesta tradicional, donde la castaña recupera la importancia que la patata le arrebató siglos atrás, cuando llegó de América (los americanos arrasando con todo como siempre). Es muy típico es esta época ver los montes llenos de niños, buscando entre las hojas caídas este fantástico fruto, para mi gusto, totalmente menospreciado, para luego asarlas al calor de una hoguera. En Pontevedra tenemos a cinco minutos de la ciudad el incomparable paraje de el lago de castiñeiras, un estupendo lugar donde podemos recorrer kilómetros de naturaleza en estado puro, disfrutar de una maravillosa tarde de picnic en cualquier rincón e incluso llegar a ver algún tímido ciervo escondido entre la maleza. En medio del parque se encuentra el estupendo lago al que hace honor el nombre del lugar, en donde, en verano, te puedes dar un maravilloso paseo en barca. Recuerdo que de pequeña me encantaba ir allí, ya que mis padres me contaban que la casita que había en medio del lago (una pequeña cabaña del guarda forestal) era la casa de caperucita roja, y yo siempre me ponía a mirar, impaciente y nerviosa, por si se pasaba por allí y nos hacíamos amigas . . .

lago de castiñeiras

Hoy os traigo una receta de castañas, por si después de ver este post os animáis a salir el fin de semana a algún monte cercano a buscarlas, y ya sabéis que si queréis viajar un poco mas no dudéis en pasaros por el blog de Paty donde un montón de "blogggeros viajeros" os enseñaran fantásticos lugares como estos.

Castañas con anís

Ingredientes:

• Castañas 
• Anises (los podéis encontrar en cualquier herbolario)
• Sal

Como veis en esta receta no hay cantidades, podéis utilizar las castañas que os apetezca. Pelamos las castañas; tranquilos, solo hay que quitarle la cáscara, esa pielecilla marrón clarita que  no hay Dios que la pele no hay que tocarla. Ponemos una tartera llena de agua al fuego, cuando empiece a hervir le añadimos las castañas, un buen puñado de anises y una pizca de sal. Dejamos que las castañas se hagan; pinchamos con un tenedor y cuando la castaña esté blanda (como una patata cocida) apartamos del fuego y escurrimos bien el agua (con mucho cuidado de no quemarnos). Servimos calientes. Esta receta la podéis utilizar tanto como un postre o para acompañar una buena carne.

castañas con anís

retroceso (berlinas rellenas de chocolate)

Ya os conté en este post que parecía que ultimamente estábamos como retrocediendo en el tiempo y volviendo a épocas rancias y añejas, pues he vuelto a tener esa sensación.Resulta que el otro día me entero que se va a editar un libro en España que se ha convertido en todo un fenómeno de masas en Italia. "Tendremos que echarle un ojo", pensé . . . ya me empecé a mosquear un poco cuando leí que iba a ser el arzobispado de Granada el que lo va a editar . . . "ayssss, no seas así", me dije, "Edite quien lo edite puede ser una gran obra" . . . hasta que leí el título de manuscrito en cuestión: "Cásate y sé sumisa" . . . lo peor de todo es que está escrito por una mujer . . . si, si, por una de nosotras . . . me contaban que en la época de nuestros padres o abuelos, las mujeres les teníamos que pedir permiso a nuestros maridos para ir a sacar dinero a un banco, no podíamos ir solas a un bar y nuestro querido esposo tenía la razón en todo cuanto salía de su boca, aunque fuese la mayor barbaridad contada jamás . . . pasase lo que pasase dentro de nuestro hogar, no podíamos hacer la maleta y largarnos sin que al día siguiente la policía te estuviese buscando por abandono de hogar . . . poco a poco fuimos luchando por nuestros derechos y haciéndonos un hueco en esta sociedad hipermachista . . . conseguimos que nuestra voz se oyese allende de nuestra cocina . . . trabajamos, llegamos a altos puestos, le dimos con la puerta en las narices a aquellos cónyuges que nos hacían la vida imposible . . . hasta que, de pronto,  viene una tal Constanza Miriano que nos dice que "le debemos a nuestros maridos obediencia leal y generosa, en una palabra, sumisión" . . . y se queda tan ancha la paisana . . . a tomar por culo . . . anda que!!!!, mas de uno que conozco estaría encantado . . . siempre se ha dicho que el peor enemigo de una mujer es la propia mujer, pues para muestra un botón . . . recuerdo que en mis cursillos prematrimoniales, un cura de unos 535 años, nos dijo que si nuestros maridos no sabía que éramos cojas y que al llegar la noche de bodas nos quitábamos una pierna de madera  nos podían dejar porque les habíamos mentido vilmente (cuidado si alguna de vosotras teneis esta discapacidad que os dan voleto como no lo conteis) . . .bueno, pues es una mentalidad de un anciano, educado de manera diferente, en una época diferente y no le das ninguna importancia a esas palabras . . .  pero la Constanza esta tiene cuarenta años, es periodista, se supone que con una educación y cultura actual y, ala, a ser sumisa . . . dice que "debajo siempre se coloca el que es mas solido y resistente" . . . pues nada chica, ponte tú y que te pisoteen a ti que yo paso . . . en fin, corramos un tupido velo e ignoremos las palabras de esta mujer, sigamos luchando por nuestros derechos que tanto nos ha costado conseguir, y no nos olvidemos que para ser respetado primero hay que respetar. Y para las mujeres ( y hombres) que no os importe estar metid@s en la cocina toda la mañana (eso si, por hobby no porque nadie os lo mande) os traigo una recetilla de estas que son un poco laboriosa, sobretodo por los tiempos de espera de la masa, pero que luego el resultado es exquisito.

Berlinas rellenas de chocolate

Ingredientes:

• 200 ml de leche templada
• 35gr de levadura de panadero
• 30 gr de azúcar
• 450 gr de harina 
• 1/2 cucharadita de sal
• 2 huevos batidos
• 60 gr de mantequilla en pomada
• 1/2 cucharadita de esencia de vainilla
• 1 bote grande de crema de cacao
• confeti o lo que queráis para decorar
• aceite girasol

berlinas rellenas de chocolate

 Batimos la leche con la levadura en un vaso y esperamos 10 minutos hasta que haga espuma. En un bol ponemos la harina, la sal, los huevos, la vainilla y la mantequilla. Mezclamos bien y añadimos la leche con la levadura. Amasamos bien hasta que quede una masa lisa y no demasiado pegajosa. Si lo hacéis a mano igual os pide algo mas de harina pero armaos de paciencia y amasar al menos quince minutos. Si lo hacéis con amasadora el proceso acaba antes. Una vez la masa esté lista  la metemos en un bol engrasado y la dejamos reposar cuarenta y cinco minutos tapada con un paño. Transcurrido ese tiempo dividimos la masa en bolas no demasiado grandes, las ponemos encima de una superficie lisa y las dejamos reposar de nuevo, tapadas otra vez, unos treinta minutos. Freímos en abundante aceite. Las ponemos en papel de cocina para que absorban el exceso de aceite y dejamos enfriar. Ponemos el bote de crema de cacao al baño maría para que sea mas manipulable y cuando este derretida la echamos en un bol. Untamos la parte de arriba de las berlinas con la crema de cacao y decoramos con el confeti. En una manga pastelera echamos la crema que nos haya sobrado y le ponemos una boquilla (yo use la 230 de Wilton). Se la enchufamos a las berlinas y rellenamos de crema de cacao. Animaos que están riquisimas!!!!!!!!!!!!!!!

berlinas de chocolate

Fenómenos paranormales o para anormales (patatas rancheras)

Un fenómeno paranormal es aquel suceso que no ha podido ser descrito, en cuanto a su causa y proceso, por ninguna ciencia salvo la parapsicologia. Pues bien amig@s sabéis que tienen en común la Virgen de Fátima, las Caras de Bélmez y Hugo Chávez???? . . . pues eso, que son fenómenos paranormales . . . Nadie puede explicar como a tres pastorillos, cuando cuidaban su rebaño, se les apareció la Virgen en lo alto de una encina; al parecer, según las criaturitas, "una mujer vestida de blanco y con un manto dorado como el sol se puso con ellos a rezar el rosario", y desde entonces, cada trece de Mayo, esa encina, convertida ahora en capilla, es lugar de peregrinación por miles de fieles . . .  En los años setenta, en la localidad de Bélmez, aparecieron unas caras en el suelo de una casa; adeptos a la parapsicologia, consideraron este suceso como el fenómeno paranormal mas importante del siglo XX, aunque posteriormente fue catalogado como fraude . . . Y que tiene que ver Chávez en esto, os preguntareis . . . pues que se le aparece a Nicolás Maduro . . .No una, ni dos  . . . ya van tres veces que el presidente fallecido de la república bolivariana se le aparece a su delfín . . . La primera vez fue en forma de pajarito, pío, pío, silvándole delicadamente al oído; os imaginais???, un pequeño e indefenso petirrojo (no podia ser de otro color el pajarillo) con la cara de Hugo Chávez trinando sin parar al oído de Maduro . . . Después en las montañas que dominan el paisaje de Caracas: "Cada vez que veo la montaña, veo a Chávez aparecerse" declaró Maduro, "Chávez nuestro de todos los días" prosiguió . . . ante estas declaraciones, lo único que se me ocurre decir es AMÉN. . . y la última vez fue en una pared, le mandaron la foto, la imprimió y la enmarcó; "Así como apareció, desapareció. Chavez está en todas partes" . . .Si, como Dios y los pajes de los Reyes Magos . . . Pues si querid@s amig@s,  quien nos iba a decir que Chávez es una mezcla entre la Virgen de Fátima y las Caras de Bélmez, así, tres en uno. como el Misterio de la Santísima Trinidad . . . solo falta que le hagan una capilla en el lugar de la aparición . . . todo se andará . . . estoy segura . . . Y así va el mundo, claro. Porque esto no lo ha dicho Bob Marley tumbado en una hamaca mientras se fumaba cuatro porros, eh!!!, que son las declaraciones del presidente de un país . . .presidente bananero, pero presidente al fin y al cabo . . .yo me pregunto, será que el Nicolás este se habrá comido una seta alucinógena o realmente verá a Hugo Chavez convertido en pajarito???? . . . mirad que no me canso de decir que España es el país de la pandereta; pues después de enterarme de estos sucesos para anormales ,creo que podría catalogar a Venezuela como el país de la zambomba . . . Total que a mi el otro día, después de pasar por la frutería, se me aparecieron unas patatas en la cocina y se me ocurrió hacer este entrante que estoy segura de que os va a encantar.

Patatas rancheras

Ingredientes:

• Tres patatas grandes
• Una cebolla
• Un pimiento verde pequeño
• Un pimiento rojo pequeño
• Tomate triturado
• 1/2  guindilla o unas gotitas de tabasco
• Cuatro o cinco lonchas de queso
• Queso en polvo
• Doritos tex-mex

Cortamos las patatas en trozos grandes (como si fueran para guisar) y las doramos un poco en una sartén sin que lleguen a estar hechas del todo, reservamos.Cortamos la cebolla y los pimientos en tiras y  ponemos a pochar con una pizca de sal. Una vez pochadas las verduras añadimos la guindilla.o el tabasco, las patatas y cinco o seis cucharadas de tomate,si os gusta con mucha salsa pues le podeis añadir todo el tomate que os apetezca. Mezclamos bien, rectificamos de sal y lo pasamos todo a una fuente de horno, lo cubrimos con el queso en lonchas y lo metemos en el horno a 150º entre diez y quince minutos o hasta que las patatas estén en su punto (tarda un poco mas si las patatas son demasiado grandes). Espolvoreamos con el queso en polvo y le añadimos un par de doritos para acompañar

patatas rancheras

santos difuntos (rollitos de calabaza)

rollitos de calabaza

Empieza Noviembre, como ya he dicho en otras ocasiones, para mi, el peor mes del año. Oscuro, frío y, por aquí, bastante lluvioso. Empieza con los días de Santos y Difuntos, vamos que una alegría para el cuerpo, y ya no pasa nada mas el resto del mes. Recuerdo que de pequeña me encantaba el día de difuntos . . . si, si, me encantaba . . . me ponía el vestido de los domingos e impoluta iba al cementerio con mis padres y hermanos. Era como un día de fiesta . . .  llegábamos allí y estaba lleno de gente. Había dispositivos especiales para no formar atascos, una rosquillera en la puerta y en la tasca de enfrente un pulpeiro que se disponía a hacer el agosto a costa de los visitantes que venía a ver a los pobres fallecidos, totalmente ignorados el resto del año.Me encontraba con mis familiares, a los que hacía tiempo que no veía, y, mientras mis padres charlaban con mis tíos, mis primos y yo contábamos las flores que había en el panteón o nos poníamos  a ver la fecha en que habían fallecido los de las tumbas de al lado, por si había alguno que aun estuviese reciente, o alguno muy joven o alguno muy mayor . . . si, ya lo sé, un poquito macabro, pero tenía su aquel . . . La gente se fijaba mas en los panteones ajenos que en los suyos , murmurando: "Mira cuanto se gastaron estos en flores" . . . "Estos hace tiempo que no vienen por aquí" . . . "Mira, ahí viene fulana de tal" . . . "Mira, en cuanto esta falleció el marido se casó con otra" . . . y mientras tanto los pobres difuntos metiditos en sus tumbas, pasando frío y pensando:"anda que estos para una vez que vienen ya podían dedicarnos un padrenuestro y dejar de cotorrear" . . . El momento álgido del día era la hora del vermut, donde el pulperio antes mencionado se frotaba las manos mientras iba agotando, poco a poco, todo el producto;a medida que iba avanzando el día iba disminuyendo el tránsito de visitantes, hasta que llegaba la noche y el cementerio cerraba sus puertas . . . Los muertos, después de un ajetreado día, volvían a descansar tranquilos y en paz,de nuevo solos y desdeñados hasta el próximo año . . . Hoy en día, el día uno de Noviembre, seguimos haciendo una comida familiar, en el que no faltan los buñuelos (que podéis ver aquí) y los huesitos de Santo (que algún día, cuando reúna el valor necesario, me atreveré a hacerlos) . . .  además este año yo me he animado con unos rollitos de calabaza . . . es una receta muy laboriosa que os llevará toda la mañana, pero el resultado, sin duda, merece la pena.

Rollitos de calabaza

Ingredientes:

-Para la masa:

• 40 gr de levadura de panadería
• 60 ml de agua templada
• 500 gr de harina
• 200 gr de puré de calabaza (calabaza cocida y triturada)
• 125 ml de leche
• 60 gr de mantequilla
• 50 gr de azúcar
• Una pizca de sal
• 1/2 cucharada de nuez moscada

-Para el relleno:

• 50 gr de azúcar blanco
• 50 gr de azúcar moreno
• 3 cucharadas de harina
• 2 cucharaditas de canela
• 50 gr de mantequilla
• 50 gr de frutas confitadas

Para la masa.ponemos la levadura en un bol con agua templada y dejamos reposar cinco minutos. Añadimos 90 gr de harina,la leche, la mantequilla. el azúcar, la sal y la nuez moscada y mezclamos bien. Amasamos bien, hasta que la mezcla quede suave y elástica. A continuación vamos añadiendo el resto de la harina, poco a poco, y vamos amasando hasta que la mase forme una bola que no se pegue. Si lo hacéis a mano, tened paciencia, es una mezcla muy pegajosa y sacareis músculo, pero no desistáis que al final no se pega. Si es necesario añadidle algo mas de harina. Untamos un bol con aceite y metemos la masa dentro tapando con papel film. Dejamos reposar a temperatura ambiente unos 45 minutos, hasta que la masa doble su volumen. Mientras tanto en otro bol ponemos todos los ingredientes del relleno, la mantequilla la desmenuzamos hasta que quede como migas y mezclamos todo bien para que vaya macerando. Cuando la masa haya doblado su tamaño, la golpeamos bien para quitarle el aire y dejamos reposar diez minutos. Después la estiramos con ayuda de un rodillo intentando formar un cuadrado. Espolvoreamos el relleno por encima del cuadrado y vamos enrollando la masa. Cortamos el cilindro en porciones de unos diez centímetros, las colocamos en una bandeja de horno, las tapamos y las dejamos reposar unos treinta minutos. Horneamos los rollitos (con el horno precalentado) a 190º unos quince o veinte minutos, dependiendo del horno, hasta que estén dorados. Sacamos y dejamos enfriar en una rejilla. Cuando estén fríos, espolvoreamos con azúcar glasé.

rollitos de calabaza